viernes, 30 de noviembre de 2007

Vivere la vita

Son las nueve y media de la mañana, estoy en el trabajo después de quedarme dormida como un tronco en mi maltrecha cama, en el metro no se puede caminar sin que una persona te pise, la otra te empuje y un tercero no se mueva para dejarte un milímetro de oxígeno, pero todo merece la pena cuando veo a ese niño, a la misma hora de siempre, con esa sonrisa, parece que todo da igual, que te pisen, que te empujen, que te roben el aire, si cada mañana puedes ver esos ojos y esa sonrisa,... llego media hora tarde, el jefe me sonríe (creo que no le caigo mal) y mi compañero se ríe de mí,... en fin.
Hago las operaciones diarias de comienzo de día, y una vez hechas abro mi correo y me encuentro con un mail que me trae recuerdos, recuerdos que parecen lejanos y solo hace dos años de ellos, pero son tan intensos que todo desaparece a mi alrededor y deseo con todas mis fuerzas volver allí, a ese país, a esos días, a esos momentos,... a Italia.
Ti criticheranno sempre, parleranno male di te e sarà difficile incontrare qualcuno al quale tu possa andare bene così come sei. Quindi: vivi come ti dice il cuore... Fai tutto ciò che senti di buono...una vita è un'opera di teatro senza prove generali! Quindi: canta, ridi, balla,vivi intensamente ogni momento della tua Vita... Prima che cali il sipario e l'opera finisca senza applausi.
Charlie Chaplin disse che: "ci vuole un minuto per notare una persona speciale, un'ora per apprezzarla, un giorno per volerle bene, ma poi tutta una vita per dimenticarla".
Y es cierto, todo es cierto, y yo no olvido porque no quiero hacerlo, y no vivo de recuerdos porque tampoco quiero hacerlo, pero algún día volveré y será para quedarme y hacer lo que siempre quise hacer desde los siete años: pintar.
Y el día continúa, veo mi blog, veo los blogs, la cuenta bancaria, y entre esto y lo otro vienen clientes y más clientes, hago tareas y terminará mi jornada laboral a las tres, volveré para casa famélica y en el metro ese niño ya no estará, y al llegar a casa tendré que hacerme la comida y sentiré morriña de casa, de mi madre, de sus comidas, de sus abrazos y sus besos, de las peleas por el sillón con mi padre, porque ver el Aleti sin él no es lo mismo. Después de comer, de fregar, de poner el café, me sentaré en el sofá con mi taza en las manos y recordaré mi enfado, mi cabreo, y entonces desearé más, todavía más, estar en casa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con qué profundidad manejas las palabras. La descipción de un día pareciera un pequeño cuento en un libro. Tu morriña en forma de prosa se pega al alma lectora. Ojalá tus deseos se hagan realidad tal y como los quieres.
Buen fin de semana también para ti Yria. Bicos.

Hoy no llueve, está gris y frío el dia, típico aquí, ya sabes.

Anónimo dijo...

pintar viviendo en Italia? Eso no lo sabia yo... ehh!! Si es que me tienes abandonado, ya ni messenger ni nada de nada... espero saber pronto algo de usted :p, que ya te vale...

... y el atleti no veas, esta que se sale jiji... aunque con el almería no pudo; os regalamos el empate...

Un besote gordo filósofa! Muaaak