sábado, 30 de junio de 2007

Matar y morir por ella

Y era el momento, y era toda mi vida la que estaba allí a orillas del mar en aquella playa. Y de pronto supe que habían transcurrido todos mis años, con lo bueno y con lo malo, para que yo terminase viviendo ese instante. Y supe por qué los hombres nacen y mueren, y siempre son lo que son y nunca lo que desearían ser. Supe también que toda mujer, cualquier mujer con lo que de ti mismo encierra en su carne tibia y en la miel de su boca, que es tu pasado y tu memoria, cualquier hermoso trocito de carne y sangre capaz de hacerte sentir como cuando eras pequeñito y consolabas la angustia de la vida entre los brazos de tu madre, es la única patria que de verdad merece matar y morir por ella.

martes, 26 de junio de 2007

Sabbia e nebbia

Al di là di me stesso,
in un luogo che ignoro,
aspetto il mio arrivo.

domingo, 24 de junio de 2007

Hablamos siempre de la importancia del amor, de la necesidad de aventura, de la alegría del combate por los sueños. No podemos convertirnos en alguien que confunde amor con conveniencia, aventuras con riesgos innecesarios, alegría con obligación.

viernes, 22 de junio de 2007

Morriña

Só se queres voltar o lugar onde sempre te sentes ben
e desexas encontrar unha paixón,
só se comprendes que o tempo pode ser máis tempo
e convertes un segundo nunha eternidade,
só se soñas con gozar cunha forma de vida única
e con descubrir o carácter dunha terra auténtica,
só se sentes a esencia do Atlántico...
sabrás o que é morriña.

jueves, 21 de junio de 2007

Según Einstein, Dios no juega a los dados con el Universo, todo está interrelacionado y tiene un sentido. Aunque este sentido permanezca oculto casi todo el tiempo, sabemos que estamos cerca de nuestros verdaderos deseos cuando lo que estamos haciendo está contagiado por la energía del entusiasmo.

miércoles, 20 de junio de 2007

143´5 cm

Hoy he estado en una estación de tren, y he descubierto que la distancia que separa los raíles es de 143´5 centímetros o 4 pies y 8´5 pulgadas.
¿Por qué esa medida tan absurda? Porque, al principio, cuando construyeron los primeros vagones de tren usaron las mismas herramientas que se utilizaban para la construcción de carruajes.
¿Por qué los carruajes tenían esa distancia entre las ruedas? Porque las antiguas carreteras se hicieron con esa medida, ya que sólo así podían circular los carruajes.
¿Quién decidió que los carruajes debían hacerse con esa medida? Y, he aquí que, de repente, llegamos a un pasado muy distante: los romanos, primeros grandes constructores de carreteras, lo decidieron.
¿Por qué razón? Los carros de guerra eran conducidos por caballos, y al ponerlos uno al lado del otro, los animales de la raza que usaban en aquella época ocupaban 143´5 centímetros.
De esta manera, la distancia entre los raíles que he visto hoy, usados por nuestro modernísimo tren de velocidad, fue determinada por los romanos. Cuando los emigrantes fueron a Estados Unidos a construir ferrocarriles, no se preguntaron si sería mejor cambiar el ancho, y siguieron con el mismo patrón.
Esto llegó a afectar incluso a la construcción de los trasbordadores espaciales: los ingenieros norteamericanos creían que los tanques de combustible debían ser más grandes, pero eran fabricados en Utah, había que transportarlos en tren hasta el Centro Espacial de Florida y no cabían en los túneles. Conclusión: tuvieron que resignarse a lo que los romanos habían decidido como medida ideal.
¿Y qué tiene eso que ver con el matrimonio, con la pareja?
Tiene mucho que ver con el matrimonio. En un momento dado de la historia, apareció alguien y dijo: cuando nos casamos, las dos personas deben permanecer congeladas el resto de su vida. Caminaréis el uno al lado del otro como dos raíles, obedeciendo ese exacto patrón. Aunque algunas veces uno de los dos necesite estar un poco más lejos o un poco más cerca, eso va contra las reglas. Las reglas dicen: sed sensatos, pensad en el futuro, en los hijos. Ya no podéis cambiar, debéis ser como los raíles: la distancia entre ellos es la misma en la estación de partida, en el medio del camino o en la estación de destino. No dejéis que el amor cambie, , ni que crezca al principio, ni que disminuya en el medio; es arriesgadísimo. Así pues, pasado el entusiasmo de los primeros años, mantened la misma distancia, la misma solidez, la misma funcionalidad. Servís para que el tren de la supervivencia de la especie siga hacia el futuro: vuestros hijos sólo serán felices si permanecéis como siempre habéis estado: a 143´5 centímetros de distancia el uno del otro. Si no estáis contentos con algo que nunca cambia, pensad en ello, en los niños que habéis traído a este mundo.
Pensad en los vecinos: demostrad que sois felices, que hacéis churrasco los domingos, que véis la televisión, que ayudáis a la comunidad. Pensad en la sociedad: vestíos de modo que todos sepan que entre vosotros no hay conflictos. No miréis a los lados, alguien puede estar viéndoos, y eso es una tentación, puede significar divorcio, crisis, depresión,...
Sonreid en las fotos. Poned fotografías en la sala para que todos las vean. Cortad la hierba, haced deporte, para poder permanecer congelados en el tiempo. Cuando el deporte ya no mejore vuestro aspecto, haceos la cirujía plástica. Pero no lo olvidéis nunca: estas reglas se establecieron en algún momento y tenéis que respetarlas. ¿Quién estableció las reglas? Eso no tiene importancia, no os hagáis jamás ese tipo de preguntas, porque serán válidas siempre, aunque no estéis de acuerdo con ellas.

lunes, 18 de junio de 2007

Paura

Non abbiate paura di cercare,
perchè senza ricerca non ci sono scoperte.
Non abbiate paura di compromessi,
perchè senza tentativi non ci sono successi.

domingo, 17 de junio de 2007

Ulises y Penélope

Hace muchos siglos, un poeta describió la peregrinación de un hombre, Ulises, para volver a una isla llamada Ítaca, donde lo esperaba su amada.
Ulises se enfrenta a muchos peligros, desde tempestades hasta tentaciones. En un determinado momento, cuando está en una cueva, se encuentra un monstruo con un solo ojo en la frente. El monstruo le pregunta su nombre: "Nadie", responde Ulises. Luchan, él consigue atravesar el único ojo del monstruo con la espada y cierra la cueva con una roca. Sus compañeros oyen gritos y van a socorrerle. Al ver que hay una roca en la entrada, le preguntan quién está con él: "¡Nadie! ¡Nadie!", contestaba el monstruo. Los compañeros se van, ya que no hay ninguna amenaza para la comunidad, y Ulises puede seguir su camino hacia la mujer que lo espera.
La isla se llama Ítaca, la mujer se llama Penélope.
Desde que Ulises se fue a la guerra, ¿a qué se dedica Penélope? ¡A tejer! Como él tarda más de lo que esperaba, todas las noches ella deshace su trabajo y vuelve a tejerlo a la mañana siguiente.
Los hombres quieren casarse con ella, pero ella sueña con el regreso de aquel que ama. Finalmente, cuando se cansa de esperar y decide que será la última vez que hará su vestido, Ulises llega.

sábado, 9 de junio de 2007

La catedral

La catedral es cada uno de nosotros. Vamos creciendo, cambiando de forma, nos abordan algunas debilidades que deben ser corregidas, no siempre escogemos la mejor solución, pero a pesar de todo seguimos adelante, intentando mantenernos erguidos, correctos, de modo que honoremos no a las paredes, ni a las puertas o las ventanas, sino al espacio vacío que está allí dentro, el espacio en el que adoramos y veneramos aquello que nos es querido e importante.

viernes, 8 de junio de 2007

Un mundo

Así me paso la vida: esperando el día de poder tenerte otra vez a mi lado, hasta que me canse, hasta que no te pida nada más, hasta que cree un mundo donde pueda refugiarme siempre que tenga la necesidad, un mundo no tan distante como para que parezca que tengo una vida independiente, ni tan cercano como para que parezca que estoy invadiendo tu universo.

miércoles, 6 de junio de 2007

Hombre y mujer

El hombre salió de un puñado de barro y agua, ¿por qué una mujer no habría de estar hecha de rocío, vapores terrestres y rayos de luz? ¿dónde reside lo posible? ¿dónde lo imposible?

martes, 5 de junio de 2007

Escribir...

Escribir es una de las actividades más solitarias del mundo. Cada cierto tiempo, miramos hacia el mar desconocido de nuestra alma y vemos que hay algunas islas en él, ideas que se han desarrollado y que están listas para ser exploradas.
Entonces cogemos nuestro propio barco -llamado palabra- y decidimos navegar hacia la que está más próxima. En el camino nos enfrentamos a corrientes, vientos, tempestades, pero seguimos remando, exhaustos, ahora ya conscientes de que nos hemos apartado de nuestra ruta, la isla a la que pretendíamos llegar ya no está en nuestro horizonte.
Aún así, ya no podemos volver atrás, tenemos que seguir como sea o nos perderemos en medio del camino.
Descubrimos una fuerza y un coraje cuya existencia desconocíamos: nos ayudan a aventurarnos por el lado oscuro de nuestra alma, nos dejamos llevar por la corriente, y acabamos anclando nuestro barco en la isla a la que hemos sido conducidos.
Empezamos por obligación, pero de repente "eso" nos posee y ya no paramos; ahora ya no controlamos nuestros pasos, la isla se va descubriendo, somos empujados a través de sus senderos, y nos encontramos con cosas que nunca habíamos pensado ni soñado.
De repente, sabemos que estamos cerca del final, nos posee un sentimiento de vacío, de alguien que ha acabado poniendo en palabras aquello que debería haberse guardado para sí mismo.
Pero ahora tenemos que llegar hasta la última frase, y llegamos. "El libro se escribe, el escritor no es más que el mecanógrofo", nadie sabe por qué la corriente los llevó a determinada isla y no a aquella a la que soñaban llegar.
Para nuestra constante sorpresa, otras personas iban en busca de aquella isla, y la encuentran en lo escrito, y aquello que el escritor creía ser un trabajo solitario se transforma en un puente, en un barco, en un medio por el que las almas caminan y se comunican.
A partir de ahí, ya no somos personas perdidas en la tempestad: nos encontramos con nosotros mismos a través de los que leen, entendemos lo que hemos escrito cuando otros también lo entienden, nunca antes.

domingo, 3 de junio de 2007

Corazón

Aunque proteste un poco es porque soy un corazón, y los corazones son así, tienen miedo de realizar sus mayores sueños porque consideran que no los merecen o no van a conseguirlos. Nosotros, los corazones, nos morimos de miedo sólo de pensar en los amores que partieron para siempre, en los momentos que podían haber sido buenos y que no lo fueron, en los tesoros que podrían haber sido descubiertos y se quedaron para siempre escondidos en la arena... porque cuando esto sucede, terminamos sufriendo mucho.

Perder

El arte de perder no es difícil de aprender, tantas cosas parecen querer extraviarse que perderlas no acarrea ningún desastre. Pierde algo todos los días, acepta la confusión de perder las llaves, perdí dos ciudades, dos ríos, un continente, los echo de menos, pero no fue ningún desastre, aún al perderte, la voz burlona, un gesto que adoro. Es evidente que el arte de perder no es difícil de aprender aunque pueda parecerse a un desastre.

sábado, 2 de junio de 2007

El reflejo

Dos bomberos entran en un bosque a apagar un pequeño incendio. Al final, cuando salen y van a la orilla de un riachuelo, uno de ellos tiene la cara llena de ceniza y el otro está inmaculadamente limpio. Pregunta. ¿cuál de los dos se lavará la cara?
El que tiene la cara sucia verá al otro y pensará que está igual que él. Y viceversa: el que tiene la cara limpia verá que su compañero tiene hollín por todas partes, y se dirá a sí mismo. "Yo también debo de estar sucio, tengo que lavarme".

viernes, 1 de junio de 2007

Dos

En tus ojos mi rostro, en los míos el tuyo; en los rostros descansan los corazones fieles. ¿Dónde podríamos encontrar dos mejores hemisferios? Sin un norte definido, sin un occidente declinante... aquello que muere no estaba mezclado con igualdad. Si nuestros corazones son uno o nuestro amor semejante, ninguno desfayecerá, ninguno morirá.