viernes, 30 de noviembre de 2007

Vivere la vita

Son las nueve y media de la mañana, estoy en el trabajo después de quedarme dormida como un tronco en mi maltrecha cama, en el metro no se puede caminar sin que una persona te pise, la otra te empuje y un tercero no se mueva para dejarte un milímetro de oxígeno, pero todo merece la pena cuando veo a ese niño, a la misma hora de siempre, con esa sonrisa, parece que todo da igual, que te pisen, que te empujen, que te roben el aire, si cada mañana puedes ver esos ojos y esa sonrisa,... llego media hora tarde, el jefe me sonríe (creo que no le caigo mal) y mi compañero se ríe de mí,... en fin.
Hago las operaciones diarias de comienzo de día, y una vez hechas abro mi correo y me encuentro con un mail que me trae recuerdos, recuerdos que parecen lejanos y solo hace dos años de ellos, pero son tan intensos que todo desaparece a mi alrededor y deseo con todas mis fuerzas volver allí, a ese país, a esos días, a esos momentos,... a Italia.
Ti criticheranno sempre, parleranno male di te e sarà difficile incontrare qualcuno al quale tu possa andare bene così come sei. Quindi: vivi come ti dice il cuore... Fai tutto ciò che senti di buono...una vita è un'opera di teatro senza prove generali! Quindi: canta, ridi, balla,vivi intensamente ogni momento della tua Vita... Prima che cali il sipario e l'opera finisca senza applausi.
Charlie Chaplin disse che: "ci vuole un minuto per notare una persona speciale, un'ora per apprezzarla, un giorno per volerle bene, ma poi tutta una vita per dimenticarla".
Y es cierto, todo es cierto, y yo no olvido porque no quiero hacerlo, y no vivo de recuerdos porque tampoco quiero hacerlo, pero algún día volveré y será para quedarme y hacer lo que siempre quise hacer desde los siete años: pintar.
Y el día continúa, veo mi blog, veo los blogs, la cuenta bancaria, y entre esto y lo otro vienen clientes y más clientes, hago tareas y terminará mi jornada laboral a las tres, volveré para casa famélica y en el metro ese niño ya no estará, y al llegar a casa tendré que hacerme la comida y sentiré morriña de casa, de mi madre, de sus comidas, de sus abrazos y sus besos, de las peleas por el sillón con mi padre, porque ver el Aleti sin él no es lo mismo. Después de comer, de fregar, de poner el café, me sentaré en el sofá con mi taza en las manos y recordaré mi enfado, mi cabreo, y entonces desearé más, todavía más, estar en casa.

jueves, 29 de noviembre de 2007

El tiempo es...

... muy lento para los que esperan,
... muy rápido para los que tienen miedo,
... muy largo para los que se lamentan,
... muy corto para los que festejan,
pero para los que aman el tiempo es una eternidad.

William Shakespeare

lunes, 26 de noviembre de 2007

Bibliotecas, un mundo por descubrir.

Hoy, hace una semana, entré a ver una nueva biblioteca que han abierto al lado de mi casa (lo cual es buena motivación para mi examen de diciembre), está muy bien, es moderna, está dotada de un servicio de préstamo que va de películas, música y revistas hasta libros de consulta de todo tipo.
En mi primera visita pensé que tenía dos plantas, pero cual fue mi alegría al descubrir un día después la existencia de una tercera planta, una planta llena de estanterías con libros, libros de todo y de todos. Creo que mi cara debió ser un poema para los aplicados estudiantes que me vieron aquella tarde allí de pie en el último escalón de una escalera metálica nueva con los ojos como platos viendo aquella maravilla; y ellos ahí, impasibles, ante lo que hay en esa sala.
Al principio dudé, pensé que si me movía, por ligero movimiento que fuese, me caería de la cama y me despertaría con el culo en el frío suelo de mi cuarto, pero no, me moví temerosa hacia delante y me dejé transportar al mundo de las ideas, de las ilusiones, de los encuentros en otra dimensión, en otros mundos,... y pensé que ahí habría mucho tiempo para invertir, muchas horas para llenar el vacío de los días sin olor a pintura y sin dedos manchados de mil colores.
Y así fue, en mi primera incursión pasé mis dedos por lo lomos y, después de dar vueltas y más vueltas por esos pasillos retorcidos, escogí dos ejemplares: el primero por morriña y el segundo por importancia para cualquier lector. Así que mi primera víctima, titulada "Resistencia" de Rosa Aneiros, la he cogido porque está escrita en gallego, y lejos de casa parece que el libro me llamaba desde la estantería a gritos; la segunda víctima es, nada más y nada menos, que "La cartuja de Parma" del maravilloso Stendhal.
Este fin de semana, delante de una chimenea cargada de luz y calor, empecé "Resistencia" y la verdad es que me está sorprendiendo gratamente. Después de mi último libro cargado de grandes descripciones y eufemismos, leer éste, de rápidas zambullidas y sin tabúes, ayuda a aclarar la mente.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Hoy

Acabo de llegar a casa, abro la puerta de casa, cerrada con doble vuelta, enciendo las luces y pongo la calefacción. Encuentro mi móvil donde el viernes lo dejé para que recargase la batería "un poco" antes de irme, creo que ahora está sobrecargado.
La casa parece que adquiera vida con el calor y las luces; deshago la mochila, y abro el grifo de la ducha. Voy hasta el salón y veo delante de mi ventana, que casi las puedo tocar, las luces de Navidad de la calle, azules, tan azules y brillantes que me transportan, que me llevan muy lejos de aquí... hasta que el sonido del agua me despierta y me devuelve a la tierra.
Salgo de la ducha renovada, con la cabeza despejada, tanto que hago un repaso mental del fin de semana y lo resumo en palabras: frío, montaña, tapas, pies helados y el calorcito en la cara en un salón caldeado por una chimenea.
Un fin de semana fuera del estrés de una ciudad que durante la semana se transforma en una jungla de interes ajenos que convergen en el transporte público a las siete de la mañana. Todos corriendo, con prisas,... odio los lunes!
Lo que queda del domingo se convertirá en eso, en otro domingo más en espera del lunes, en unas horas de lectura en el sofá, una cenita rápida y vuelta a la lectura hasta que los ojos hablen en nombre del cuerpo solicitando su tiempo de reposo.
La diferencia está en que ayer me despertaban para llevarme a cama y hoy seré yo la que me despierte a media noche para llegar, con el corazón encogido, a una cama fría y vacía de 90.

jueves, 22 de noviembre de 2007

¿Por qué...

¿Qué es el amor? Eterna pregunta sin respuesta.
¿Por qué todos, al llegar a una determinada edad, nos hacemos la misma pregunta?
Nos gusta lamentarnos, pensar en aquello que tuvimos sin ver lo que ahora tenemos, y si hoy perdemos lo que tenemos, lamentaremos haberlo perdido.
Nos gusta recrearnos en nuestras miserias, en nuestro dolor inexistente, en esas sensaciones que nosotros mismos creamos, para tener algo que nos preocupe cuando somos felices, o estamos conformes con lo que tenemos... somos así, creadores de nuestras pasiones y asesinos de nuestra felicidad.
Dicen que la idea de que el amor lleva a la felicidad es una invención moderna, de finales del siglo XVII. A partir de entonces, la gente aprendió a creer que el amor debía durar para siempre, y que el matrimonio era el mejor lugar para ejercerlo.
En el pasado no había tanto optimismo en cuanto a la longevidad de la pasión; de hecho, "Romeo y Julieta" no es una historia feliz, es una tragedia. En las últimas décadas, la expectativa en cuanto al matrimonio como camino para la realización personal ha crecido mucho. La decepción y la insatisfacción han crecido con ella.
¿Por qué somos masoquistas de sentimientos?¿Por qué deseamos aquello que no tenemos? ¿Por qué nos arrepentimos o dudamos de nuestras decisiones? ¿Por qué no pensamos que hemos elegido el camino correcto? ¿Por qué...

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Salón del libro de Barcelona

Hoy se inaugura en Barcelona el Salón del libro 2007, en la Fira de Barcelona, en Montjuic.
Se trata de un acontecimiento interesante, por no decir fundamental para todos aquellos que consideran que leer es una aventura, un portal que, con cada libro, abre un mundo nuevo, lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio.
Un libro es un recorrido por los entresijos de unas vidas ajenas, de unos momentos que no son nuestros, situaciones que pueden ser intimas, vergonzosas, secretos que nos abren los ojos, actos que nos sorprenden y finales inauditos, inesperados, e, incluso, finales sin fin.
Los finales pueden ser amargos, o felices, eso depende del autor; pero, cuando llega ese final, esa última hoja, ese último párrafo, el punto y final, nos sentimos vacíos, llenos de unos sentimientos que no nos pertenecen y que, sin embargo, podemos compartir con otros profanadores de esas vidas ajenas que han pasado por esas hojas, y, si esto es así, si encuentras a alguien que ha vivido, como tú, esos momentos impropios, sientes una vinculación con esa persona y te sientes con derecho a opinar sobre esa vida que no es tuya, opinas que tal o cual acción de un personaje es impensable, piensas que ojalá te hubiera pasado tal cosa,... comparas, y eso no es malo.
El final se contrapone con el inicio del libro, mientras que un final es una pena, el principio, las primeras hojas, están llenas de curiosidad, de ganas por conocer, de saber; por eso, un buen principio siempre condiciona tu interés por leer.
Cada libro tiene su momento y su lugar, puedes tener mil libros sin abrir, libros que aún no has leído, y, cuando pasas el dedo sobre los lomos buscando la siguiente víctima de tu apetito voraz por saber, no te das cuenta de que es él quien te elige a ti, el libro decide si estás preparado para él, para lo que contiene, para lo que hallarás en su interior. Ásí que, por mucho que pensemos que nosotros escogemos, no es así.
Cuando estamos en una librería, de esas antiguas que tanto me gustan, donde cada rincón está cubierto por estanterías y estanterías de páginas escritas, esos cementerios de libros, esos libros son almas que nos llaman, que nos piden que les leamos, por eso, y sólo por eso, no existe suficiente tiempo para leer, no hay vidas bastantes para alimentarnos de sueños.
Por todo esto, y por más, os invito a pasar por este mundo de imaginación, de hoy y de otros tiempos, de espacios donde se conjugan los pensamientos más íntimos, que nos abren su portal, a nosotros, pequeños mortales, y tenemos la suerte de que esta dimensión se abra del 21 al 25 de noviembre en la ciudad condal.

martes, 20 de noviembre de 2007

La magia de la pintura

Crear, idear, alumbrar,... son verbos que definen la capacidad de realización, el levantar una mano con un pincel y dejarte llevar, que sean los trazos sobre un lienzo, sobre un papel, lo que te defina en ese preciso instante.

Hay mil formas de pintar, mil técnicas mediante las que una persona se puede expresar, y después, esa creación, esa idea, será la que hable por nosotros, la que exprese nuestros sentimientos, la que piense por nosotros cansados de pensar, la que defina nuestro estado de ánimo, con la que, dentro de un tiempo, quizás días, meses o años, podamos mirar atrás y saber qué pensábamos en ese momento, de la que nos sintamos orgullosos, ya no por los colores, por el tiempo transcurrido hasta su nacimiento, sino por el valor que nosotros le damos.

Un lienzo, un cuadro, una pintura, es elegancia en el trazo, es generosidad en el color, es imaginación en estado puro, es pasión por el momento, es goce y disfrute por los minutos transcurridos ante ella,...

Regalarlos es regalar una parte de nosotros, amar a quién se lo damos, creer en su depositario, valorar a su receptor, querer su exhibición, mostrarte por dentro, demostrar capacidad para desprendernos de algo que adoramos, algo creado por encima del tiempo y del espacio que siempre, a pesar de todo y de todos, estará ahí.

Una pintura es un poema sin palabras.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Adolfo Cabrales, alias Fito el Grande

Ayer, unos cuantos afortunados hemos podido asistir al concierto (conciertazo) de fito&fitipaldis en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Ha sido uno de los mejores conciertos, ya no sólo por su último trabajo, sino por la puesta en escena, la implicación del grupo y la respuesta del público.Duró dos horas y media, horas llenas de buena música y cachondeo, donde se mezclaban canciones de su último disco y canciones, llenas de historia, de sus trabajos anteriores.
El momento álgido del concierto se vivió con la canción de "Soldadito marinero", ópera prima del cantante, a la que se recibió como se merecía, y a la que se trató con el respeto debido. Canción con cambios de ritmo, guitarreo continuo y coros espectaculares del público que ponen la piel de gallina, momento en el que el propio Fito se puede sentir como un auténtico héroe de masas. Bastaría escucharla del principio al fin para que esta canción tenga un antes y un después.
Fito, eres grande.

El laberinto del Fauno

Cuentan que hace mucho, mucho tiempo, en el reino subterráneo, donde no existe la mentira ni el dolor, vivía una princesa que soñaba con el mundo de los humanos, soñaba con el cielo azul, la brisa suave y el brillante sol.
Un día, burlando toda vigilancia, la princesa escapó, una vez en el exterior la luz del sol la cegó y borró de su memoria cualquier indicio del pasado. La princesa olvidó quien era, de donde venía, su cuerpo sufrió frío, enfermedad y dolor, y al correr de los años, murió.
Sin embargo, su padre, el rey, sabía que el alma de la princesa regresaría, quizá en otro cuerpo, en otro tiempo y en otro lugar, y él la esperaría hasta su último aliento, hasta que el mundo dejara de girar.
Y se dice que la princesa descendió al reino de su padre, y que ahí reinó con justicia y bondad por muchos siglos, que fue amada por sus súbditos y que dejó tras de sí pequeñas huellas de su paso por el mundo, visible sólo para aquel que sepa donde mirar.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

La gente

No sé si todo el mundo es infeliz. Se que están siempre ocupados: haciendo horas extras, cuidando a los hijos, al marido, la carrera profesional, el título, qué hacer mañana, qué hay que comprar, qué hay que tener para no sentirse inferior,...
En fin, pocas personas dicen: "soy infeliz". La mayoría dice: "estoy de maravilla, he conseguido todo lo que deseaba". Entonces se les pregunta: "¿qué le hace feliz?". Respuesta: "tengo todo lo que una persona podría soñar: familia, casa, trabajo, salud". Nueva pregunta: "¿ya se ha parado a pensar si eso lo es todo en la vida?". Respuesta: "sí, eso lo es todo". Insistimos: "entonces el sentido de la vida es el trabajo, la familia, los hijos que van a crecer y dejarle, la mujer o el marido que se convertirán más en amigos que en verdaderos amantes apasionados y el trabajo, que se acabará algún día. ¿Qué va a hacer cuando eso suceda?". Respuesta: no hay respuesta. Cambian de tema.
En verdad, responden: "cuando mis hijos crezcan, cuando mi marido, o mi mujer, sea más amigo que amante apasionado, cuando me jubile, tendré tiempo para hacer lo que siempre he soñado: viajar".
Pregunta: "¿pero no ha dicho que ya era feliz ahora?¿no está haciendo lo que siempre ha soñado?". Ahí sí, dicen que están muy ocupados y cambian de tema.
Si yo insisto, siempre acaban descubriendo que les falta algo: el dueño de la empresa todavía no ha cerrado el negocio con el que sueña, al ama de casa le gustaría tener más independencia o más dinero, el chico enamorado tiene miedo de perder a su novia, el recién licenciado se pregunta si escogió él la carrera o si la eligieron por él, el dentista quería ser cantante, el cantante quería ser político, el político quería ser escritor, el escritor quería ser campesino. E incluso, cuando encuentro a alguien que hace lo que ha escogido, esa persona tiene el alma atormentada. No ha encontrado la paz.

martes, 13 de noviembre de 2007

Al amor lo pintan ciego y con alas.
Ciego para no ver los obstáculos
y con alas para salvarlos.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Preguntas y preguntas

¿Cuándo sabemos que ha llegado el final de algo, de una etapa, de un amor, de una época? ¿Cómo podemos saber si es el momento, si hemos llegado al final del camino? ¿Lo sabemos o actuamos por instinto cuando creemos que estamos en el momento perfecto para el fin?
Siempre hay que saber cuando una etapa llega a su fin, cerrando ciclos, cerrando puertas, terminando capítulos,... no importa el nombre que le demos, lo que importa es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya se han acabado, pero ¿se han acabado? ¿queremos de que se acaben? ¿estamos preparados para que se acaben? ¿tenemos miedo de que se acaben?
Dicen que los miedos son triviales, se superan, y que, casualmente, ésto se hace justo en el momento en que uno se quiere enfrentar a ellos. Sin embargo, creo que el gran problema radica en cuando éstos ya se hacen y se convierten en condena, en ese momento ya sólo sabes que te has equivocado.
Y errar es humano, equivocarse también y arrepentirse mucho más, pero no damos el paso porque nos conformamos con esa media felicidad, no aspiramos a ser felices, nos conformamos porque tenemos miedo de ser infelices, de que no exista el día en que al despertarnos una mañana pensemos que no necesitamos nada más, que lo tenemos todo y que todo lo que tenemos es lo que queremos.
¿Por qué somos infelices? Esta pregunta trae consigo el virus de la destrucción de todo. Si nos preguntamos eso, queremos descubrir lo que nos hace felices, y si lo que nos hace felices es diferente de aquello que estamos viviendo, o cambiamos de una vez o seremos más infelices todavía.
Sin embargo, todas las preguntas que nos hacemos (sobre felicidad e infelicidad, sobre miedos, equivocaciones y errores) son las normales, las que cualquier ser humano en su sano juicio se haría, porque, en el fondo, todos somos iguales, y tenemos miedo, ese miedo innato a perder el tiempo, a creer que todo lo que hacemos podríamos hacerlo mejor; porque somos así, porque si existen dos caminos y, después de darle mil vueltas, escogemos uno, al minuto ya nos arrepentimos de haber elegido uno y no el otro.
Y, aún así, a pesar del tiempo, de las personas y de las creencias, por muchos años que vayamos sumando en nuestro debe, nunca cambiaremos, y, ¿por qué? porque no queremos y porque la felicidad completa y eterna sería muy aburrida.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Barcelona

Mañana oscura, sin sentido, de esas que no merecen la pena, de esas en las que te preguntas: ¿qué coño hago en un banco si a mi lo que me gusta es pintar, leer, dormir, aprender,... VIVIR?
De esas mañanas que dices que lo darías todo por volverte a ir, da igual a donde, el caso es que sólo piensas en aventura; a Italia, a Londres, a París, a Granada, a Menorca,... Hay mil opciones, siempre puedes volver, pero... ¿por qué no lo hago esta vez? ¿por qué no actúa mi lado loco e impulsivo y me dejo llevar? ¿será que me estoy haciendo vieja? ¿o hay algo que me impide volar? ¿me han cortado las alas, o se me han caído por el peso de la edad y las responsabilidades?
Me levanto a la misma hora de siempre, desayuno, me ducho y salgo de casa a la misma hora de siempre, camino, metro (el chico del ADN me recibe con su sonrisa habitual y con su propuesta habitual de tomar un café o comer juntos) y tren, llego a correr al trabajo, porque haga lo que haga y me levante a la hora que me levante siempre llego tarde (es algo innato en mi), el mismo inicio de día, el almuerzo en el bar de siempre (eso sí con la alegría de las camareras y su familiaridad), clientes, ingresos, gastos, tranferencias, clientes, correo, listados, cambios, clientes y más clientes (¿es que no hay día en que la gente quiera eludir sus deberes y lo haga realmente?); fin de día, tren, metro, camino a casa, ¡¡¡otra vez!!! Y llego, a la hora habitual, salvo que pierda el tren de las 15:11, en ese caso cojo el de las 15:17 (ya ves que gran diferencia), me hago la comida, café y reposo diez minutos generalmente...
En este momento, sobre las cinco de la tarde es cuendo empiezo a vivir, a hacer lo que me gusta, leer, pintar, escuchar música, a respirar el aroma de una ciudad nueva. Me gusta perderme por las calles del Born, del Raval, de las Ramblas,... hay tanta gente que te resulta difícil andar sin tropezar, ves lo que los turistas ven, tomas café cerca de la plaza de Sant Jaume en el mítico Starbucks Coffee y sigues caminando, y caminas y caminas, hasta que llegas sin quererlo a Santa María de la Mar (increíble), y ves escaparates, y ves gente y más gente, y ves la cartelera del cine y piensas en la próxima peli que te gustaría ver... Portal de l'Àngel, Plaza Calalunya, Paseig de Gràcia, Diagonal, barrio de Gracia, la calle Verdi (una zona apasionante),... sin olvidarnos la playa (la Barceloneta la cambiaría sin ningún tipo de duda, aunque la zona para pasear el apacible cuando da el sol),...
Y dan las ocho, las nueve o las diez en un abrir y cerrar de ojos, y te das cuenta de que has de volver a casa para que mañana empiece el día como lo hace siempre, pero ya ves el día de mañana con otros ojos porque has vivido tu tarde, y ya no te preguntas por qué mañana has de ir a trabajar, por qué no irte o para qué trabajar (y más si no es lo que te apasiona) si te gustaría irte.
Ahora ya no existe mañana oscura, sino noche con la luz de la ilusión.
Bona nit.

martes, 6 de noviembre de 2007

El mito de Teseo

Leyendo un libro de Paulo Coelho, concretamente "El zahir" (gran obra, por cierto; igualable a "El alquimista", "Once minutos", "Verónica decide morir" y "A orillas del río piedra me senté y lloré"), se hace mención al mito de Teseo, o más conocido como "el hilo de Ariadna". En el libro, como en la mayoría de sus obras no se idealiza el amor, lo muestra tal y como es; sin embargo, cito textualmente:
"Cuenta una historia que un hombre griego, Teseo, entra en un laberinto para matar a un monstruo. Su amada, Ariadna, le da el extremo de un hilo para que lo vaya desenrollando poco a poco y no se pierda en el camino de vuelta"
Yo me pregunto, ¿por qué no continúa con el resto de la historia? ¿por qué no dice que fue Teseo el que abandona a Ariadna en una isla cerca de Grecia? ¿por qué no explica que Teseo, el que lucha contra el Minotauro y le vence, el que es capaz de salir del laberinto ideado por Dédalo (eso sí, con la ayuda de Ariadna), el que salva a los catorce jóvenes griegos de morir a manos del Minotauro o de hambre al no poder encontrar la salida del laberinto, no es capaz de luchar por Ariadna? ¿por qué la deja en una playa a expensas de otro, eso si un Dios que dice estar enamorado de ella, para que la haga feliz? ¿es que Teseo es tan cobarde como para abandonar a la mujer que dice que ama? No lo entiendo. ¿Por qué Coelho, que muestra el amor con todas sus variantes, con toda su veracidad deja este cabo suelto? ¿Por qué nos muestra el amor sin espinas?
Eso sí, no deja de ser un gran escritor.

...

Un día me iré sin haberte conocido nunca, recordarás entonces mis ojos grandes, oscuros, mis silenciosos reproches, mis gemidos de angustia al dormir, mis pesadillas que eres incapaz de conjurar; recordarás todo ésto cuando ya me haya ido.

lunes, 5 de noviembre de 2007

¡Vivamos como galegos!

- ¡Buf! Como aquí en ningún sitio, a xente aínda é amable, ten pouco estrés.
- ¿O qué?
- Ahí fóra é diferente...

"- ¿Qué tal?
- Aquí, a por el quinto metro del día."

- ¿Cómo non imos sentirnos ben aquí? Se aquí están as mellores praias do mundo, se a mellor tortilla...

"- É a da miña nai.
- ¡É a da miña nai!
- ¡É a da miña nai!"

- Somos optimistas por natureza, para nos todo é "bueno"...

"- ¿Vai calor?
- Bueno...
- ¿Vai frío?
- Bueno...
- ¿E a familia qué tal? ¿Ben?
- Bueno..."

- Somos positivos, ademáis os galegos nunca nos trabucamos...

"Un neno que cae:
- ¡Vas caer!"

- Podemos ir xantar a casa e ve-la familia, gústanos te-la despensa e a nevera sempre cheas, e cando vemos nenos aínda lles sorrimos e son ben recibidos. Sómo-los inventores do futbolín e da pregunta total...

"- ¡Fran! ¿Qué?"

- Da traducción libre...

"Octopus to the party:
Pulpo á feira."

- E do "handparking"...

" O coche toca o de atrás cando aparca:
- Ahí, ahí, ahí..."

- Come na casa dos teus pais sempre que poidas, e se alguén te pon en apuros respóndelle con outra pregunta, e se preguntan onde se xoga o mellor fútbol, responde con rotundidade: ¡En Galicia! Temos 17.340 festas, temos greleiras, percebeiros, temos orballo, carballo, choiva, choiva... e choiva. Onde a comida é unha relixión e un domingo sen aldea non é un domingo. E onde a xente non é fea, é "riquiña". Deámonos conta do ben que vivimos, gocemos da nosa forma de vida: ¡Vivamos como galegos!

www.youtube.com/watch?v=PwqzWvVNNM8

domingo, 4 de noviembre de 2007

Vuela libre

La frontera entre la vida y la muerte es apenas una línea de humo que la menor brisa puede borrar.
Leyendo un artículo pude apreciar lo difícil que es separarse de las personas que amamos, hasta tal punto es ese afán de conservación que los seres humanos tenemos, que no dejamos que se vayan, que no dejamos que vuelen, somos tan dependientes que no queremos estar solos, tenemos miedo de lo que hay más allá de nuestra nariz (aquí también me incluyo, como todos y cada uno de nosotros, aunque no lo queramos admitir).
Si los hombres tememos la muerte, ¿cómo vamos a dejar que otra persona, la persona que queremos, decida abandonarnos voluntariamente? Somos incapaces de aceptar que exista gente que no desee vivir, que haya gente que busque más allá del mundo visible en el que viven atrapados.
Nosotros, seres que buscamos las respuestas en una religión (digo una porque hay tantas como creencias), seres supersticiosos que nos basamos en teorías religiosas infundadas, en fanatismos incluso, somos irracionales, no aceptamos las decisiones, que creemos incorrectas, que no compartimos. Por ser como somos, por pensar como lo hacemos, no podemos dejar que alguien se vaya, que alguien viva en nuestro recuerdo, preferimos que viva muriendo, que viva sin vivir, y no aceptamos la culpa, la vida sin vida que obligamos a vivir.
Miramos sin ver porque estamos ciegos.
Dejar que se vayan... ¡imposible! Nos ocultamos en la burbuja de cristal en la que crecimos, somos incapaces de aceptar aquello que está fuera de lo normal, y nos escudamos en la educación que recibimos, en lo que nos enseñaron, vivimos de los valores en los que nos empapamos: "Dios no te lo perdonará", "es pecado", "Él no lo querría así"...
"Si Dios existe, lo que yo sinceramente no creo, sabrá que el entendimiento del hombre tiene un límite. Fue Él quien creó este caos, donde reinan la miseria, la injusticia, la codicia, la soledad. Su intención debe haber sido excelente, pero los resultados son nefastos. Si Dios existe, Él será generoso con las criaturas que deseen alejarse más pronto de esta Tierra, y puede ser que hasta llegue a pedir disculpas por habernos obligado a pasar por aquí."
¿Por qué no dejarlos ir entonces? ¿Por qué retenerlos? ¿Por qué no ver deseo en su decisión? ¿Por qué no respetarlos? ¿Por qué no darles la libertad que tanto quieren?
Dejemos que vuelen libres... que sus sueños no sean sueños.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Aquí

El mundo invisible siempre se manifiesta en el mundo visible. Estoy aquí, sin pasado, sin futuro, enteramente concentrada en esta mañana, en la música del sol, en la dulzura con que el viento acaricia mi cuerpo, en la gracia inesperada de contemplar el cielo y la tierra.