jueves, 30 de agosto de 2007


¡Te llevo, mar, tan metido dentro de mi corazón!

¿Qué ritmo sin tu cadencia?

¿Qué verso sin tu canción?

miércoles, 29 de agosto de 2007

Un sabio persa

Y, después de todo, como dice un sabio persa, el amor es una enfermedad de la cual nadie quiere librarse. El que ha sido atacado por ella no intenta restablecerse, y quien sufre no desea ser curado.

lunes, 27 de agosto de 2007

A lingua das bolboretas

A lingua da bolboreta é unha trompa enroscada como un resorte de reloxo. Se hai unha flor que a atrae, desenrólaa e métea no cáliz para zugar. Cando levades o dedo humedecido a un tarro de azucre, ¿a que sentides xa o doce na boca como se a fema fora a punta da lingua? Pois así é a lingua da bolboreta.

miércoles, 8 de agosto de 2007

La cuestión

Si es cuestión de pedir, pediré una ventana para mirarte cada tarde y no atreverme a decirte nada.
Si es cuestión de decir, te diré que te amaba, que aquellos años son los dueños de cada verso que te entregaba.
Porque si de amar se trata, hay que amar sufriendo, valga lo que valga, jugar la esperanza, recoger las alas y esperar que el miedo de perder se vaya.
Miedo de perder tu cama, de perder mi alma, de empezar de nuevo, de apagar las llamas, de esperar un sueño y que nunca llegara.
Si es cuestión de insistir, robaré las palabras y así comprendas que dejarte era el indulto que yo esperaba, y esta vez, soy capaz de entender que no me amaras, que jamás dijeses nada.

martes, 7 de agosto de 2007

Canciones para el tiempo y la distancia

Desde aquí, desde mi casa veo la playa vacía, ya lo estaba hace unos días ahora está llena de lluvia, y tú ahí sigues sin paraguas, sin tu ropa, paseando como una tarde de julio pero con frío y tronando, ¿se puede saber qué esperas?, ¿que te mire y que te seque?, ¿que te vea y que me quede tomando la luna juntos?, la luna,tú y yo expectantes a que pase algún cometa o baje un platillo volante.
Y la playa llora y llora, y desde mi casa grito que aunque pienso en abrazarte, que aunque pienso en ir contigo, el doctor me recomienda que no me quite mi abrigo, que no esté ya más contigo, y yo no puedo negarme pues el tipo soy yo mismo estudié mientras dormías y aún repaso las lecciones, una a una, cada día.
Yo no puedo aconsejarte, ya es muy duro lo que llevo, dejemos que corra el aire y digámonos adiós. Aunque siga suspirando por algo que no era cierto, me lo dicen en los bares, es algo que llevas dentro, que no dejas que te quieran, solo quieres que te abrazen, y publicas que no tuve ni valor para quedarme, yo rompí todas tu fotos, tú no dejas de llamarme.
¿Quién no tiene valor para marcharse?
¿Quién prefiere quedarse y aguantar?
¿Marcharse y aguantar?

lunes, 6 de agosto de 2007

Acompáñame a estar solo...

Acompáñame a estar solo, a purgarme los fantasmas, a meternos en la cama sin tocarnos.
Acompáñame al misterio de no hacernos compañía, a dormir sin pretender que pase nada.
Acompáñame a estar solo, acompáñame al silencio de charlar sin las palabras, a saber que estás ahí y yo a tu lado.
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto, tú en tu sitio yo en el mío, como un ángel de la guarda.
Acompáñame a estar solo, acompáñame a decir sin las palabras lo bendito que es tenerte y serte infiel solo con esta soledad.
Acompáñame a quererte sin decirlo, a tocarte sin rozar ni el reflejo de tu piel a contraluz, a pensar en mí para vivir por ti.
Acompáñame a estar solo para calibrar mis miedos, para envenenar de a poco mis recuerdos, para quererme un poquito y así quererte como quiero, para desintoxicarme del pasado.
Acompáñame a estar solo...
Y si se apagan las luces, y si se enciende el infierno, y si me siento perdido, se que tú estarás conmigo con un beso de rescate.
Acompáñame a estar solo...

sábado, 4 de agosto de 2007

Las cosas que te debo...

A medio pulmón, hay cosas que te debo, alguna canción, un corte de pelo, un baño de espuma y echarte más de menos.
Si vuelvo a nacer, te busco sin duda, detrás de la luna, del amanecer, donde te desnudas, donde tengo las de perder.
Me quedaron cien cositas en el tintero, sobraba papel, camita de versos, mirada de duda, pronóstico de cáncer en el cenicero.
Y tú te diste cuenta sin mirar atrás que todos mis arterias precisan de aire, que todas las neuronas que vienen del mar gustosamente me conceden su baile, otra vez el significado ha sido equivocado.
Las cosas que nunca te dije, son las camareras que aliñan la receta de la madrugada, que tú buscabas en mis bolsillos y no había nada.
Por lo que enfermo y lo que curo, por lo que fumo, por lo que encarta, tienen la culpa que entre mi ropa siempre haya bragas.
Que siempre voy a ras de cielo y me acuesto en el techo de la mañana, que a fin de cuentas son por las cosas porque te fuiste, por las cosas que nunca te dije.
A medio pulmón, hoy duermo en el suelo, la televisión un cuento de nada, se me escapa el tiempo y yo sigo tejiendo mi tela de araña.
Y ya no habrá más "dónde estás que no te veo", ni muertos de miedo, ni estatuas de sal, ni whisky sin hielo, ni gotas de leche que lleguen al techo.
Tú querías oir cosas que nunca te dije, ni pienso decir, están de otra forma en cada silencio, en cada muerte que sustento por ti.

viernes, 3 de agosto de 2007

Tesoros escondidos



A veces le sorprendía mirándome desde un rincón con una sonrisa mansa, como si la mera contemplación de mi presencia fuera su mayor tesoro.

jueves, 2 de agosto de 2007

Amar

El hombre más sabio que jamás conocí me ha explicado en una ocasión que no existía en la vida experiencia comparable a la de la primera vez en que uno desnuda a una mujer. Sabio como era, no me había mentido, pero tampoco me había contado toda la verdad. Nada me había dicho de aquel extraño tembleque de manos que convertía cada botón, cada cremallera, en tarea de titanes. Nada me había dicho de aquel embrujo de piel pálida y temblorosa, de aquel primer roce de labios ni de aquel espejismo que parecía arder en cada poro de la piel. Nada me contó de todo aquello porque sabía que el milagro sólo sucedía una vez y que, al hacerlo, hablaba un lenguaje de secretos que, apenas se desvelaban, huían para siempre. Mil veces he querido recuperar aquella primera tarde en que el rumor de la lluvia se llevó el mundo. Mil veces he querido regresar y perderme en un recuerdo del que apenas puedo rescatar una imagen robada al calor de las llamas. Ella, desnuda y reluciente de lluvia, tendida junto al fuego, abierta en una mirada que me ha perseguido desde entonces. Me incliné y recorrí la piel de su vientre con la llema de los dedos. Ella dejó caer los párpados, los ojos y me sonrió, segura y fuerte. Tenía diecisiete años y la vida en los labios.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Marfil

Vestía de marfil y traía el mundo en la mirada. Apenas recuerdo las palabras del cura, ni los rostros prendidos de esperanza de los invitados que llenaban la iglesia aquella mañana de marzo. Sólo me queda el roce de sus labios y, al entreabrir los ojos, el juramento secreto que me llevé en la piel y que recordaría todos los días de mi vida.

¿A dónde vas?

Supe que algún día volvería a mi, meses o años más tarde, que siempre llevaría su recuerdo en el roce de un extraño, de imágenes que no me pertenecían, sin saber si era digno de todo ello. Te vas en sombras. Como viniste.