¿No os pasa a veces que os gustaría esconderos debajo de las sábanas y no salir hasta que todo tuviese el color que desearais? Pues si no os ha pasado nunca: felicidades! Y a los que le ha pasado supongo que tenemos algo en común.
Ha sido un fin de semana para olvidar, aunque creo que la que está siendo olvidada soy yo, por todos y por nadie... me siento cansada, confundida, enfadada, llena de algo que llamaría impotencia pero que no sería justo denominarlo así,... me gustaría dormir, descansar, no pensar en nada que no fuese en respirar para mantenerme viva.
Hoy, cuando llegué a la oficina después del fin de semana y me preguntaron cómo había ido el finde, creía que me moría, no sabía si tenía deseos de asesinar o de ser asesinada (por lo menos así elimino la mala conciencia).
Creo que la clave del fin de semana ha sido que no ha pasado nada, salvo el sábado por la noche que salí con unos amigos a cenar y a tomar una cerveza.
A veces me pregunto si soy demasiado exigente, si es que necesito todo para ser feliz, si sentirme incomprendida es natural y que me sentiré así el resto de mi vida,... me gustaría pensar que no, que sólo es una impresión mía, locuras de mentes sin descanso, pero ni hoy, ni ayer, ni antes de ayer me he sentido mal, pero sería mentir.
Ayer por primera vez desde que llegué aquí sentí, deseé estar en mi casa, con mi gente, por encima de todo y de todos. Me gustaría ser libre, y que mis actos de libertad no fuesen penados, no tuviesen consecuencias,... pero ya es imposible, tengo 26 años y de mis causas hay efectos.
No me gustó pensar eso, y menos que lo siga pensando hoy, pensé que anoche por ser noche pensaba eso, pero hoy con la luz del sol y el brillo del sol sigue sin apetecerme sonreir. ¿Habré hecho bien? ¿No me arrepentiré? ¿Por qué dudo? ¿de qué tengo miedo?
Vaya mierda!
Habré puesto demasiada carne en el asador y se me habrá quemado, o simplemente se estará haciendo poco a poco, a fuego lento.
No sé, hoy todo es confusión y ya estoy cansada de pensar.
Ha sido un fin de semana para olvidar, aunque creo que la que está siendo olvidada soy yo, por todos y por nadie... me siento cansada, confundida, enfadada, llena de algo que llamaría impotencia pero que no sería justo denominarlo así,... me gustaría dormir, descansar, no pensar en nada que no fuese en respirar para mantenerme viva.
Hoy, cuando llegué a la oficina después del fin de semana y me preguntaron cómo había ido el finde, creía que me moría, no sabía si tenía deseos de asesinar o de ser asesinada (por lo menos así elimino la mala conciencia).
Creo que la clave del fin de semana ha sido que no ha pasado nada, salvo el sábado por la noche que salí con unos amigos a cenar y a tomar una cerveza.
A veces me pregunto si soy demasiado exigente, si es que necesito todo para ser feliz, si sentirme incomprendida es natural y que me sentiré así el resto de mi vida,... me gustaría pensar que no, que sólo es una impresión mía, locuras de mentes sin descanso, pero ni hoy, ni ayer, ni antes de ayer me he sentido mal, pero sería mentir.
Ayer por primera vez desde que llegué aquí sentí, deseé estar en mi casa, con mi gente, por encima de todo y de todos. Me gustaría ser libre, y que mis actos de libertad no fuesen penados, no tuviesen consecuencias,... pero ya es imposible, tengo 26 años y de mis causas hay efectos.
No me gustó pensar eso, y menos que lo siga pensando hoy, pensé que anoche por ser noche pensaba eso, pero hoy con la luz del sol y el brillo del sol sigue sin apetecerme sonreir. ¿Habré hecho bien? ¿No me arrepentiré? ¿Por qué dudo? ¿de qué tengo miedo?
Vaya mierda!
Habré puesto demasiada carne en el asador y se me habrá quemado, o simplemente se estará haciendo poco a poco, a fuego lento.
No sé, hoy todo es confusión y ya estoy cansada de pensar.