
Hay mil formas de pintar, mil técnicas mediante las que una persona se puede expresar, y después, esa creación, esa idea, será la que hable por nosotros, la que exprese nuestros sentimientos, la que piense por nosotros cansados de pensar, la que defina nuestro estado de ánimo, con la que, dentro de un tiempo, quizás días, meses o años, podamos mirar atrás y saber qué pensábamos en ese momento, de la que nos sintamos orgullosos, ya no por los colores, por el tiempo transcurrido hasta su nacimiento, sino por el valor que nosotros le damos.
Un lienzo, un cuadro, una pintura, es elegancia en el trazo, es generosidad en el color, es imaginación en estado puro, es pasión por el momento, es goce y disfrute por los minutos transcurridos ante ella,...
Regalarlos es regalar una parte de nosotros, amar a quién se lo damos, creer en su depositario, valorar a su receptor, querer su exhibición, mostrarte por dentro, demostrar capacidad para desprendernos de algo que adoramos, algo creado por encima del tiempo y del espacio que siempre, a pesar de todo y de todos, estará ahí.
Una pintura es un poema sin palabras.
3 comentarios:
S� de lo que hablas, te entiendo! Yo mismo en una ocasi�n regal� una canci�n a una amiga. Ahora s� que siempre tendr� algo m�o, a parte de mi amistad.
Y regalar palabras como éstas en las que me he empapado por primera vez, llenas de color, de tonalidades; regalarlas es hacernos partícipes de algo tuyo, de una pequeña parte de ti.
Me gusta tu blog, así que navegaré por este mar tuyo que ya tiene sal del Mediterráneo y del Atlántico.
Bicos
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