Definición: fiesta sexista ideada por gente que quiere pasárselo bien a costa de un acontecimiento que, generalmente, sucede una vez en la vida.
Después de mi primera despedida de soltera me doy cuenta de que los mejores momentos son aquellos que compartes con la gente que quieres, y cuando los ves sonreir parece que todo el esfuerzo de organizar algo ha merecido la pena.
El sábado ha sido un día muy intenso, la verdad es que empecé con buen pié (tal y como me caracteriza por mi despiste permanente), recojo a la novia y después a una amiga del novio que también se apunta a un batallón, la cogemos en una cafetería porque había quedado con un chico; pues bien, no se me ocurre otra cosa que, visto la especial preocupación del caballero en cuestión, decirle que cuidaremos de ella (pensando que era el novio), pues no, primera cagada del día, porque el pobre chaval es un compañero de trabajo, en fin... sin comentarios!!
Conduzco mientras mi vergüenza se sume en un pozo del que parece que va asomando la cabeza, hasta que mi siguiente comentario se termina de cagar el inicio del día: bajando la Gran Vía de Vigo veo un coche de policía aparcado en mitad de la mediana ajardinada, no hay ningún policía por los alrededores, ni atasco y dentro no hay nadie, comentario: "Jo! Qué raro un coche de policía y no hay un atasco, jeje! Eso seguro que es porque están tomando un café en el bar de la esquina!" En fin, terminé metiendo la cabeza en el agujero, cual avestruz, cuando Patri me dice que Lucía, la chica amiga del novio, es policía local, sin comentarios.
Pues bien, continuamos hasta Pontevedra, donde quedamos con el resto de las chicas y seguimos hasta San Xenxo, donde nos hospedamos en el balneario Carlos I, y empezamos la cura antiestrés, creo que me ahorro cualquier comentario porque no existen comentarios igualables al placer experimentado.
Pues nada, después de nuestro circuito por los entresijos del Spa, nos preparamos para salida nocturna. Nada del otro mundo porque hemos tenido el buen gusto de no contratar a un boy que se despelote mientras las damas gritan enfervorecidas, locas de lujuria y deseo por algo que no tendrán, en fin... que salimos de copeo, y tuvimos las míticas historias que pueden suceder una noche y más en una despedida de soltera, incluso con amago de boy, aunque era un poco lamentable, eso sí, el chiquillo se lo curró porque era muy gracioso!
A la mañana cuando suena el teléfono en mi oreja y escucho la voz de Patri (digo voz por no denominarlo gruñido gutural) no me lo creía... el desayuno fue el presagio del resto del día: un sopor constante, terminando el día roncando en el sofá de mi casa frente a la chimenea, hasta que a mi padre se le ocurrió despertarme y preguntarme si tenía pensado dormir ahí.
Conclusión: nada del otro mundo, con lo cual: tranquilos hombres de la faz de la tierra porque una despedida de soltera se parece más a una reunión de tuppers un domingo por la tarde (es coña).
Después de mi primera despedida de soltera me doy cuenta de que los mejores momentos son aquellos que compartes con la gente que quieres, y cuando los ves sonreir parece que todo el esfuerzo de organizar algo ha merecido la pena.
El sábado ha sido un día muy intenso, la verdad es que empecé con buen pié (tal y como me caracteriza por mi despiste permanente), recojo a la novia y después a una amiga del novio que también se apunta a un batallón, la cogemos en una cafetería porque había quedado con un chico; pues bien, no se me ocurre otra cosa que, visto la especial preocupación del caballero en cuestión, decirle que cuidaremos de ella (pensando que era el novio), pues no, primera cagada del día, porque el pobre chaval es un compañero de trabajo, en fin... sin comentarios!!
Conduzco mientras mi vergüenza se sume en un pozo del que parece que va asomando la cabeza, hasta que mi siguiente comentario se termina de cagar el inicio del día: bajando la Gran Vía de Vigo veo un coche de policía aparcado en mitad de la mediana ajardinada, no hay ningún policía por los alrededores, ni atasco y dentro no hay nadie, comentario: "Jo! Qué raro un coche de policía y no hay un atasco, jeje! Eso seguro que es porque están tomando un café en el bar de la esquina!" En fin, terminé metiendo la cabeza en el agujero, cual avestruz, cuando Patri me dice que Lucía, la chica amiga del novio, es policía local, sin comentarios.
Pues bien, continuamos hasta Pontevedra, donde quedamos con el resto de las chicas y seguimos hasta San Xenxo, donde nos hospedamos en el balneario Carlos I, y empezamos la cura antiestrés, creo que me ahorro cualquier comentario porque no existen comentarios igualables al placer experimentado.
Pues nada, después de nuestro circuito por los entresijos del Spa, nos preparamos para salida nocturna. Nada del otro mundo porque hemos tenido el buen gusto de no contratar a un boy que se despelote mientras las damas gritan enfervorecidas, locas de lujuria y deseo por algo que no tendrán, en fin... que salimos de copeo, y tuvimos las míticas historias que pueden suceder una noche y más en una despedida de soltera, incluso con amago de boy, aunque era un poco lamentable, eso sí, el chiquillo se lo curró porque era muy gracioso!
A la mañana cuando suena el teléfono en mi oreja y escucho la voz de Patri (digo voz por no denominarlo gruñido gutural) no me lo creía... el desayuno fue el presagio del resto del día: un sopor constante, terminando el día roncando en el sofá de mi casa frente a la chimenea, hasta que a mi padre se le ocurrió despertarme y preguntarme si tenía pensado dormir ahí.
Conclusión: nada del otro mundo, con lo cual: tranquilos hombres de la faz de la tierra porque una despedida de soltera se parece más a una reunión de tuppers un domingo por la tarde (es coña).
2 comentarios:
Eres una crack!!
Besos
Jaja! Y tú que me lo digas!
Un abrazo
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